miércoles, 9 de junio de 2010


Los siete sacramentos

Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia. En ellos Cristo está presente para santificarnos por medio de la Iglesia.

BAUTISMO:

Por bautismo se hace referencia a un rito de iniciación o purificación, que es común en varias y diferentes religiones, así como en varias comuniones y denominaciones cristianas.
El bautismo cristiano consiste en una determinada aplicación del agua sobre una persona, invocando a la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (o a Jesús solo, en algunas versiones del cristianismo), con el fin de hacer participar a quien lo recibe en la muerte y la resurrección de Jesucristo, constituyéndole: profeta, sacerdote y rey junto con Cristo, hijo(a) de Dios y heredero(a) de su Reino, e integrándole a la comunidad de la Iglesia, como miembro vivo del Cuerpo Místico de Cristo.
La Iglesia Católica define el sacramento del bautismo como: «Un signo sensible instituido por nuestro Señor Jesucristo para perdonar el pecado original y cualquiera otro que hubiese en el que se bautiza.»

CONFESIÓN

La Confesión o Penitencia es el sacramento administrado por la Iglesia Católica mediante el cual los cristianos reciben el perdón de Dios por sus pecados.

EUCARISTÍA

Es uno de los principales ritos cristianos, llamado también en comunión, "Cena del Señor"[1] o "Santa Cena". Según la tradición del catolicismo, es "el sacramento del sacrificio del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo, instituido por él mismo para perpetuar en los tiempos venideros, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz".Quien realiza este acto es únicamente el sacerdote y los materiales son el pan de trigo y el vino de vid.


CONFIRMACIÓN

La confirmación es uno de los siete sacramentos que administra la Iglesia Católica (también celebrado en otras denominaciones cristianas). Está considerado entre los sacramentos de iniciación cristiana siendo recibido en segundo lugar (tras el bautismo) o en cuarto (tras la Penitencia y la Eucaristía)558 en la Iglesia cristiana, sacramento por el que las personas bautizadas se integran de forma plena como miembros de la comunidad. En la Iglesia antigua, el rito se administraba de forma inmediata después del bautismo y ésta sigue siendo la costumbre en las iglesias ortodoxas y africanas. En la Iglesia católica apostólica romana a partir de 1600 hasta el siglo XX, la confirmación se aplazó entre los dos y los siete años tras el bautizo del niño. A partir del Concilio Vaticano II se delega más allá, hasta la primera adolescencia. La Iglesia anglicana no tiene señalada una edad específica, pero el rito es administrado de un modo general entre los 14 y los 16 años; en la Iglesia luterana el sacramento se administra sobre esa misma edad; en la Iglesia católica de un modo general se realiza dos años después de la primera comunión, hecho que ocurre normalmente alrededor de los 11 años.


SACRAMENTO DEL ORDEN:

El orden sagrado es uno de los sacramentos de la Iglesia católica. Consiste en la consagración de un varón al ministerio del servicio a la Iglesia, lo que le exige dedicación plena y libre disposición: toda persona consagrada, adquiera o no la plenitud de orden, lleva una vida sacerdotal.
La doctrina Católica indica que este sacramento se confiere a aquellos que, habiendo recibido un particular llamado de Dios y luego de haber discernido su vocación a la vida sacerdotal, son considerados idóneos para el ministerio pastoral correspondiente.


MATRIMONIO:

El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. Este lazo es reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres. El matrimonio establece entre los cónyuges —y en muchos casos también entre las familias de origen de éstos— una serie de obligaciones y derechos que también son fijados por el derecho, que varían, dependiendo de cada sociedad. De igual manera, la unión matrimonial permite legitimar la filiación de los hijos procreados por sus miembros, según las reglas del sistema de parentesco vigente.


UNCIÓN DE LOS ENFERMOS:

La unción de los enfermos, es el sacramento que da una gracia especial a los enfermos o anciano, fortaleciendo y reconfortando al cristiano debilitado por la enfermedad, y lo prepara para el encuentro definitivo con Dios. Como los demás sacramentos, fue instituido por Jesucristo aunque no consta un momento preciso en el que lo hubiese delegado. Se suele indicar que el texto de la carta de Santiago como contexto de la función y efectos del sacramento: "¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados" (St 5, 14-15).

CELAM


Las Conferencias Episcopales Latinoamericanas, son un instrumento eficaz para difundir el magisterio de los obispos latinoamericanos, y contribuir en la tarea de la Nueva Evangelización.

• Río de Janeiro

La I Conferencia General del Episcopado Latinoamericano fue convocada por el Papa Pío XII2. Se celebró en la ciudad de Río de Janeiro del 25 de julio al 4 de agosto de 1955. La Conferencia tenía el manifiesto deseo de fortalecer la fe en América Latina a la vez que de impulsar una renovada evangelización.

• Medellín

El documento fue la ocasión de acoger el impulso suscitado y de proponer pistas de trabajo para la renovación cristiana de América Latina a la luz del Concilio. Fue un acontecimiento de la mayor trascendencia para el Pueblo de Dios en el continente latinoamericano que marcó el inicio de una nueva etapa en la autoconciencia de la Iglesia y en el compromiso evangelizador.

La II Conferencia General fue convocada por el Papa Pablo VI y, más tarde, inaugurada personalmente por él en agosto de 1968. Se reunió del 26 de agosto al 6 de setiembre. El tema de reflexión escogido para la Conferencia fue: Presencia de la Iglesia en la actual transformación de América Latina, a la luz del Concilio Vaticano II.

• Puebla

Once años más tarde los Obispos latinoamericanos se volvieron a reunir en la III Conferencia General. Esta vez la ciudad escogida fue Puebla de los Angeles, México. Del 28 de enero al 13 de febrero de 1979 se reunieron Obispos de toda América Latina con una importante representación de sacerdotes, religiosos y religiosas, y laicos, para reflexionar sobre el tema: La evangelización en el presente y el futuro de América Latina.

• Santo Domingo

El 12 de octubre de 1992, 13 años después de Puebla y 500 después de la llegada de la fe al continente, el Papa Juan Pablo II inauguró la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo, capital de la República Dominicana. La ocasión y el lugar tenían una clara intención: celebrar el V Centenario del inicio de la evangelización e impulsar desde allí una nueva evangelización.




El Concilio Vaticano II fue un concilio ecumenico de la iglesia catolica convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció en el mes de enero de 1959. Fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX.

El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo Papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La lengua oficial del Concilio fue la lengua latina.

Fue el Concilio que contó con más representación de todos, con una media de asistencia de unos dos mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas. Asistieron además miembros de otras confesiones religiosas cristianas.


El Concilio se convocó con los fines principales de:

  • Promover el desarrollo de la fe católica.
  • Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
  • Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
  • Lograr la mejor interrelación para con las demás religiones, principalmente las orientales.